Communicationes Roma-Italia (11-09-2011).- Los obispos carmelitas reunidos en el Definitorio Extraordinario han solicitado a la Santa Sede la declaración del año 2015 como año de la oración. En una carta dirigida al Papa, los obispos carmelitas solicitan a Benedicto XVI esa declaración con motivo de la celebración del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa.
Así lo han comunicado en la tarde de hoy a los Superiores reunidos Ariccia justo antes de terminar el Definitorio Extraordinario.
Hoy domingo, en la Eucaristía animada por el grupo latinoamericano, Mons. Gustavo López ha invitado a los componentes del Definitorio extraordinario y a los señores obispos presentes a vivir plenamente la pertenencia a Cristo, atendiendo al mensaje paulino y, de ahí, crecer en la capacidad de perdón ilimitado a la que llama el Señor en el Evangelio.
Los trabajos en el aula se han retomado a las diez menos cuarto de la mañana, con la presentación de los señores obispos, que han compartido con el Definitorio extraordinario su vida y su experiencia.
Seguidamente, Mons. Braulio Sáez ha dictado una conferencia sobre las exigencias de la Iglesia diocesana a los Carmelitas Descalzos. Sustituía a Mons. Silvio Báez quien, por desgracia, no ha podido participar en el encuentro de obispos-OCD. El P. General leyó una nota de Mons. Silvio, a quien todo el Definitorio ha querido expresar su cercanía y solidaridad en los momentos difíciles que vive su diócesis.
Mons. Braulio ha pedido a los presentes que no es posible excusarse en la dureza de los tiempos, la escasez de vocaciones, la secularización… El Señor llama también en este tiempo y los creyentes han de responderle. Retomando la evocación teresiana que hacía el P. General durante el Definitorio, Monseñor Braulio ha llamado a sus hermanos carmelitas a ser tales, a vivir y hacer ver la identidad, el carisma teresiano.
“Los carmelitas deberíamos considerarnos una de esas minorías creativas de las que habla Benedicto XVI, llamadas a ayudar a las sociedades en las que vivimos a recuperar su mejor herencia”. Como decía también el Beato Juan Pablo II, la Vida Religiosa goza de un pasado glorioso, pero es mucho lo que ha de hacer en el futuro.
En línea con lo propuesto con el documento de Aparecida, Mons. Braulio ha llamado a no lamentarse, a releer el Evangelio como Buena Noticia para cada una de las realidades en las que está presente el Carmelo.
Para ello, los hijos de Santa Teresa –como recordaban los Superiores Mayores OCD reunidos en Londrina- están llamados a volver a la verdadera verdad de su vocación, permaneciendo a la escucha de la Fundadora y Maestra: ir al fondo y a la esencia del carisma carmelitano, en fidelidad a la Iglesia, viviendo sin contradicción las dimensiones contemplativa y apostólica: Marta y María han de mirar siempre juntas.
Cada comunidad, continuó diciendo Mons. Sáez, evocando de nuevo el documento de Aparecida, debe ser un centro de irradiación de la vida de Cristo (Conversión Pastoral). Esto, que es válido para cualquier comunidad cristiana, es fundamental y esencial para los carmelitas teresianos. Vivir en Cristo a través de la oración, la liturgia y la vida fraterna, para luego compartir lo vivido al salir al encuentro de los otros, particularmente los más pobres y más necesitados, material y espiritualmente.
Recordando de nuevo Aparecida, así como al Beato Juan Pablo II en Pastores Dabo Vobis, número 23, Mons. Braulio llamaba a los Superiores mayores a vivir y animar en sus circunscripciones la práctica Caridad Pastoral: injertados en Cristo –fijos los ojos en el Esposo-, abrirse a la realidad de la Iglesia, sin esconderse en la necesidad de salvaguardar el carisma para compartir los problemas, necesidades, esperanzas y planes de evangelización de las iglesias locales; y los gozos y sufrimientos del pueblo.
Tres son las claves que ayudarán al Carmelo descalzo en este proceso de respuesta a las exigencias eclesiales, de acuerdo a Mons. Braulio Sáez: vivir una experiencia intensa de la vida de Cristo en nosotros, que será transformante, como nos recuerda Benedicto XVI en Deus Caritas Est; vivir una experiencia intensa de la vida de comunidad al estilo teresiano, de modo que sea ejemplo de comunión para las iglesias locales; vivir una experiencia intensa de misión para anunciar explícitamente el Evangelio y servir de modo cualificado a las comunidades eclesiales en las que el Carmelo teresiano está presente.
Por la tarde, el Definitorio, ha recibido con gozo la carta que los señores obispos han redactado y enviarán al Santo Padre, solicitando la declaración del 2015 como año de la oración, del que Santa Teresa sería patrona.
Ha habido tiempo posteriormente para dialogar en Asamblea acerca de diversos temas de interés, tanto para los señores obispos como para los miembros del Definitorio. Después de la cena, se ha cerrado este Definitorio extraordinario de Ariccia con una animada recreación teresiana.
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